MAYTE (58 años)

¡¡¡Me decían que Medjugorje era el lugar donde el cielo toca la tierra!!! Y es así como lo sentí en el momento que puse el primer pie en ese pueblecito de Bosnia.

Mi situación en cuanto a fe me refiero estaba pasando por un momento muy bajo por motivos personales familiares muy duros y no encontraba sentido alguno. Fue en la primera subida al Monte Podbrdo (Monte de las apariciones), cuando toda mi situación cambió, le conté todas mis inquietudes, mis lamentos, mi estado anímico, y al finalizar sentí ese abrazo de Madre y esa paz y comprensión que necesitaba en mi vida.

La Virgen está presente en cada rincón y la fe te inunda por completo.

Las Adoraciones y las confesiones bajo ese cielo hay que vivirlas para entender lo que puedes llegar a sentir. Al siguiente año, cuando me lo proponen de nuevo, no lo pensé, volví y seguiré haciéndolo mientras pueda.

Experiencia única y agradecida siempre.