JORGE (45 años)

Mi relación con la Virgen de Medjugorje comienza con un encuentro en un restaurante con mi amigo Joaquín.

Él era conocedor de la situación por la que yo estaba pasando en ese momento y mi lejanía con Dios era extrema debido a situaciones familiares muy duras por las que pasé en un breve periodo de tiempo.

Es, en ese momento, cuando él me habla que estaba organizando una peregrinación a Bosnia y que me animara a ir porque me iba a venir muy bien un nuevo reencuentro con la fe, y así fue.

Desde ese momento mi vida ha cambiado y al año siguiente repetí y lo seguiré haciendo mientras pueda, para agradecer siempre a la Virgen el cambio que provocó en mí.